Señor empresario… si no tiene tiempo para leer estas líneas porque aun está pensando en cómo encontrar esa solución mágica que le resuelva su problema de flujo de caja, probablemente lo que sigue no le va ser de mucha utilidad.
Nuestro presente es el producto de nuestras acciones previas y todos los acontecimientos que en este instante vivimos son simplemente consecuencias de las mismas.
Hoy es el futuro de ayer y la única forma de transformar nuestro porvenir es tomando medidas ya, ahora, en este instante y no esperando al mañana. Es cada vez más difícil ser optimista con las noticias que se suceden a nivel mundial, la coyuntura económica actual no presagia un buen año, pero las malas noticias siempre han existido y existirán, solo usted podrá elegir si su estado de ánimo estará sujeto a las decisiones del consejo editorial del periódico que suele leer (Gran error).
Ser realista no es asumir el pesimismo como un estilo de vida, ser realista es apropiarse del compromiso de poder transformar nuestra realidad. No se pueden desconocer los factores que afectan nuestro desempeño, la recesión que se avecina con las derivaciones asociadas es prácticamente inevitable, pero lo que podemos controlar es la manera en que vamos a enfrentarla.
No es la primera desaceleración de la economía que usted ha vivido, tampoco será la última, la mayoría sobrevive, muchos la convierten en un espacio de reflexión para planear su estrategia y ponerla en práctica cuando todo mejore, pero los más inteligentes le dan la vuelta y la transforman en un momento inigualable para conseguir lo que siempre han buscado; adelante algunos puntos coincidentes en aquellos que hicieron del trillado adagio “cada crisis es una oportunidad” una condición.
Manténgase positivo, los pensamientos negativos no ayudan, si las cosas van mal, quejarse no mejorara las cosas, esfuércese por encontrar lo bueno de cada situación, eso mantendrá sus sentidos activos y estimulará su creatividad y la de los suyos.
Haga lo contrario de lo que hace el resto, no espere resultados diferentes si sigue el mismo procedimiento y mucho menos se limite a esperar a que el temporal cese, es el momento de llamar a voz en grito a nuestro gran amigo marketing que tantas veces nos ha ayudado y que siempre debíamos de haberle mantenido a nuestro lado.
Establezca una visión, constrúyala con pequeños objetivos, apéguese a ella e invierta toda su energía en materializarla, consiga victorias tempranas, celébrelas con su equipo y conviértalas en el combustible para continuar en la ruta, cuando se tiene un destino los obstáculos en el camino se convierten solo en retrasos.
Invierta en su activo más valioso, su estado de ánimo, la dinámica de los negocios podrá ser más lenta y le podrá dejar un poco más de tiempo libre, úselo para lo realmente importante, trabaje desde su interior, estudie, descanse activamente, reúnase mas seguido con sus colaboradores y con su familia, regrese a lo básico, encontrar muchas respuestas a preguntas que había olvidado…
Y recuerde que a pesar de todo, usted siempre podrá decidir.