Habitualmente reviso páginas web con objeto de actualizarlas, redefinir objetivos y estrategias, etc. Os puedo decir que en la gran mayoría de los casos me encuentro con el «Efecto sobrino», esto es que el sobrino, amigo, cuñado o diseñador gráfico del propietario de la web se la había «montado» hace unos años gratis o por 4 duros.
Ante «el efecto sobrino» os podeis imaginar cual es el resultado….un absoluto desastre! Siempre he sido de la opinión que las cosas y los servicios han de ser de calidad y si no te lo puedes permitir en ese momento, pues es mejor esperar. Acaso alguien se atrevería a ponerse en manos de un supuesto médico que ha realizado un curso de 3 meses en el inem por el hecho de que sea más barato o no le cobre ¿…?. Entonces, porqué esa misma persona deja en manos de alguien inexperto que ha realizado un curso de html la importante imagen corporativa de su web o su empresa ¿…? No lo comprendo… No se dan cuenta de que están generando una deficiente imagen de su empresa en internet ¿…?
Lo barato, como se suele decir al final «sale caro».
Lo dicho: Ante el «efecto sobrino» es mejor esperar y cuando dispongas de recursos suficientes, poner en marcha la presencia online de tu empresa o proyecto de manos de profesionales con experiencia contrastada.
A continuación enumero los errores más frecuentes con los que uno puede encontrarse:
–Intro en flash: No aporta nada, son odiadas por los visitantes y penaliza el posicionamiento.
–Páginas diseñadas integramente en flash: Además de influir negativamente en el posicionamiento, llevan varios años pasadas de moda.
–Menús de navegación: No están correctamente definidos, muchas veces existen demasiadas opciones o submenus que hacen imposible una navegación coherente.
–Excesiva información: Muchas páginas contienen información en exceso lo que hace que el navegante desista en su visita. Hay que ir al grano, no más palabras y contenidos de los estrictamente necesarios.
–Imagenes no adecuadas: Las imagenes deben de ser o estar relacionadas con la tematica de la web, las que no aporten nada al resto de contenidos es mejor obviarlas.
–Links: Links rotos, inadecuados, sin ninguna relación, etc… Cuando se incluye un link deberá de ser interesante y relacionado con el tema de la web o la empresa.
–Estandares: Generalmente no suelen cumplir los estandares de accesibilidad web.
–Posicionamiento: El posicionamiento sin duda es la carencia más importante en las web y por lo tanto permanecen aisladas y no cumplirán sus objetivos.
–Errores ortográficos: Sin comentarios…
–Traducciones a otros idiomas: En muchas ocasiones no son traducciones profesionales y contienen infinidad de errores que hacen mella en la imagen de la compañía.
–Excesiva preocupación por el diseño: En muchas ocasiones la página web tiene tantas imagenes, animaciones, etc. que termina pareciendo un bazar chino o una feria.
Podría citar ejemplos de cada uno de estos fallos, pero no sería ético por mi parte y además seguro que cualquier lector puede encontrar en su día a día con ejemplos claros del «efecto sobrino».
La moraleja de todo esto es «zapatero a tus zapatos», si no descuidas tu salud acudiendo a un «matasanos» tampoco deberías descuidar tu imagen corporativa y la captación de potenciales clientes dejando el diseño de tu web a merced del «efecto sobrino».