¿Harto de ver el cartel Keep Calm and Carry on? Lo cierto es que es una imagen que se ha convertido en algo demasiado repetitivo, que sirve para cualquier frase y que se ha explotado hasta la extenuación. Lo curioso del tema: era un cartel de guerra.
Tal cual, en realidad era un mensaje que se iba a repartir a los británicos para mantener su moral alta pese a los bombardeos nazis. En realidad, lo que buscaban es que saliera la flema británica, que no se vinieran abajo al verse avasallados por un enemigo cuya leyenda le precedía. Algo que por otro lado no llegó a pasar como tal gracias al trabajo de la Royal Air Force.
Sea o no antigua, lo cierto es que el mensaje ha calado en la sociedad y ha sido reinterpretado y adaptado no sólo a nivel turístico, sino que es uno de los memes más famosos.
La historia de este cartel tiene su interés. Apareció nada más estrenar milenio, en el año 2000, en una caja olvidada ya que, los que si vieron la luz, fueron los dos otros carteles que, al más puro estilo del I Want You del tío Sam, buscaban reclamar un coraje que se presuponía en sus ciudadanos. De hecho, fueron dos millones de copias las que quedaron finalmente guardadas en un almacén precisamente porque la población no quería más mensajes, ni carteles, ni frases.
Sin embargo, este cartel es un claro ejemplo de lo que comentábamos también hace poco en otro artículo al hilo del I (LOVE) NY. Hay frases, mensajes y estructuras que son imágenes en sí mismas pese a ser palabras, que pasan y logran superar las barreras del tiempo y que siguen vigentes aún décadas después.
Acabamos de nombrar otro ejemplo. Sólo hace falta la imagen del Tío Sam para que se sepa qué tipo de mensaje se estaba dando. De hecho es otro de los carteles más reinterpretados que encontrarás. Y aquí otro cartel de periodo bélico.
Tan sólo hay que ahondar en la historia para ver cómo, en época de guerra, la propaganda y los mensajes eran directos para conseguir que calaran en una sociedad que necesitaba ánimo, guía y un espíritu que les permitiera sentirse identificados. En este sentido, los encargados de la propaganda nazi hicieron un verdadero trabajo de campo, llegando a hacer incluso mantras.
Sin duda es algo que merece estudio. Los carteles históricos bélicos que han conseguido no quedar obsoletos, fueron los más simples, los más claros. Nadie se acuerda de los otros carteles que vieron la luz durante la contienda británica, sin embargo, el Keep Calm and Carry On, olvidado en una caja que llegó a subasta, lleva más de 15 años vigente y lo que aún le queda. Aunque viva en otro contexto.
A veces, como ya se reflexionó antes, lo sencillo y directo tiene mucho más éxito que lo enrevesado. Y tal como podemos observar en los carteles nazis, comunistas, americanos o británicos, por poner ejemplos, son los que mejor se entendían y los que han llegado a nuestros días.