Hablar de marketing y de sectores es pensar en que los hay que deben invertir grandes presupuestos en ello y otros que apenas lo necesitan o incluso la legislación no se lo permite.
Nada más lejos de la realidad. Cada sector, en su medida, necesita darse a conocer entre sus usuarios, proveedores o clientes. Y de eso se encarga el marketing -entre otras muchas cosas-. Aunque muchos no sepan distinguirlo, a estas alturas, de la publicidad.
El marketing tiene que ver con el comportamiento de los usuarios dentro de un mercado y de la orientación hacia estos de la compañía. Esa es la teoría. En la práctica va mucho más allá.
El marketing tiene que estar constantemente monitorizando el entorno en el que el consumidor plantea sus necesidades. Busca en realidad dar respuesta a la demanda real y futura.
Tendencias, estadísticas, estudios, monitorización de redes sociales -escucha activa- y pie de calle son los lugares en los que fundamentalmente consigue la información que luego plasmará a través de sus herramientas.
El marketing recoge información para luego ofrecer soluciones. Por ello cada sector debe adecuarlo a sus necesidades, pero apostar por ello dentro de su estrategia empresarial. De hecho, debería llevar tiempo apostando por ello para empezar a visualizar ya los resultados.
Marketing por sectores, la apuesta necesaria para posicionarse
La oferta de las empresas debe responder a eso, a la demanda a través de una oferta. Y aquí vuelve el marketing a jugar en su propio campo para, a través de sus herramientas, incluida publicidad, ponga en el escaparate ese servicio, producto o estatus que el público demandaba.
Y hay sectores que llevan esto por adelantado. Entre ellos los que tienen que ver con la tecnología, la energía o incluso el turismo.
Basta echar un vistazo a la memoria para descubrir cuáles son las marcas que se pueden nombrar del tirón sin pensar, de forma apenas intuitiva. Más allá de dos o tres marcas de otros sectores, es probable que cualquier usuario diga mayoritariamente las que cubren los tres sectores mencionados.
Centrémonos en el turismo, donde hay espacio para el marketing de entidades públicas (Ministerios, Comunidades Autónomas, Ciudades, Localidades, Museos, Fundaciones, etc.) y privadas (aerolíneas, hoteles, transfers, servicios de ocio, etc.).
Solo con realizar una búsqueda en cualquiera de los principales navegadores, se puede dar uno cuenta de la inversión detrás de los resultados. Por probar, hemos buscado hoteles en cusco, uno de los destinos emergentes en la actualidad. Echar un vistazo a los principales resultados es ver por qué hay que seguir apostando por el buen marketing digital para posicionar los productos y servicios. Plataformas de todas las nacionalidades pujan por ocupar los primeros puestos no solo con tráfico orgánico sino también con tráfico pagado a través de campañas de PPC -SEM-.
Algo que ya nos adentra en lo que será, en este año, vital. Responder a las búsquedas desde la inversión en estrategias SEO y SEM para que el usuario encuentre el producto de forma rápida, pero también hay que revisar la apuesta por el marketing de contenido, algo que los algoritmos cada vez posicionan mejor y que será la mejor tendencia dentro de los próximos meses por la posibilidad de indexarse, también, el contenido volcado en redes sociales.