Barcelona y Madrid siguen siendo los focos más importantes para la instauración de empresas en nuestro país. Pese a sus diferencias geográficas, una y otra están dotadas de una serie de garantías que hacen que cualquier inversor se decida por cualquiera de estas capitales de cara a abrir sucursales en nuestro país de compañías internacionales o bien cualquier emprendedor apostará por el tráfico de personas y flujo económico de sus centros financieros.
Conseguir que los puestos nuevos que van apareciendo vayan cubriéndose con el perfil más adecuado no siempre es sencillo. Por eso no es de extrañar que se recurra a una opción que garantiza precisamente eso, la selección de la persona perfecta para cada empresa y puesto: los headhunters en Barcelona.
Este tipo de servicio que ponen en marcha empresas como la consultoría GD Human Capital es capaz de identificar y evaluar a los candidatos para presentar a cada cliente (en este caso cada empresa que pone una vacante en el mercado) el perfil que más se ajusta a su proyecto empresarial para la consecución de los objetivos.
Más allá del Executive Search, imprescindible para acortar los plazos para que las compañías arranquen en nuestro país, también tienen programas de orientación para ayudar a aterrizar en una ciudad y un centro financiero que tiene sus particularidades. Y son estas consultorías las que saben que los mejores perfiles suelen encontrarse en dos ciudades principales: Madrid y Barcelona.
La figura del Headhunter está en constante movimiento en busca de las personas adecuadas para ciertos puestos de dirección y mandos intermedios, pero es precisamente él quien busca y encuentra.
Pese a que sean las grandes urbes el lugar de búsqueda, también acude a ciertas citas empresariales en otras ciudades en busca de eso que diferencia a un buen ejecutivo. Es la forma que tiene de conseguir ir proponiendo perfiles para la contratación y la mejora de las condiciones de cada candidato.
La selección de esa cartera que luego, con el tiempo, irá proponiendo a los distintos proyectos que le lleguen, pasa por un filtro no solo del candidato y su formación sino también de otros ámbitos que hoy en día abren la puerta a conocer más de la personalidad y también de la fidelización de cada persona.
Redes sociales, contactos y relaciones que pueda tener, experiencia en el sector y logros laborales son solo algunos de los palos que el cazatalentos utilizará para dar con los candidatos perfectos para cada puesto directivo. No reciben currículums porque su labor es otra, salir a la calle en busca de esos perfiles que resultan atractivos por su versatilidad a las nuevas empresas y a clientes que pueden mejorarles las condiciones laborales aportando una estabilidad, proyecto o salario que haga que de nuevo den lo mejor de sí mismos en otro puesto.