A la hora de abrir nuestro sitio online, es indispensable tener en cuenta varios factores. Uno de ellos, y quizás el más importante, es el hosting web, ya que es lo que en definitiva garantizará el correcto funcionamiento de nuestra página web y sus diferentes servicios. En la siguiente nota, te contaremos todo lo que necesitas saber para que tomes la decisión adecuada y empieces tu nuevo proyecto con el pie derecho. Al final de cuentas, no todo es tan sencillo y gratuito como parece en internet.
Ya no es ninguna novedad afirmar que en la actualidad, muchos negocios nacen de la propia web, algo que hasta hace apenas unas décadas atrás resultaba impensado y digno de una película futurista. Lo cierto es que el futuro ha llegado y es mejor estar bien preparado para adaptarnos rápidamente. En esa dirección, si lo que queremos es tener un sitio online que funcione a la perfección para dar a conocer nuestra marca, o para brindar productos y servicios, debemos hablar de hosting web: ese socio invisible que resultará fundamental para nuestro éxito y que los iphones en el bus tengan a nuestra página en su pantalla.
En primer lugar, conviene empezar por el principio: ¿qué es el hosting? Se trata nada más y nada menos que del servicio que brinda el espacio en Internet para los diferentes sitios web. Sí, aunque la web parezca infinita, no lo es. De esa manera, ya sea que se trate de un portal de noticias o de una página dedicada al Ecommerce, para que otros puedan acceder a tu dominio sin problemas, el hosting es una herramienta clave. A la hora de publicar o subir contenido en tu página, necesitarás que tu hosting web (en español se suele traducir como “alojamiento web”) funcione a la perfección y te brinde el espacio que necesitas.
Ahora bien, llegados a este punto seguramente nos estemos preguntado: ¿qué factores hay que tener en cuenta a la hora de elegir este servicio? Para comenzar, es bueno tener en cuenta que existen dos tipos: el hosting gratis y aquel que es de pago. Mientras el primero será muy importante para dar nuestros primeros pasos, ya que nos brindará todo lo que necesitamos en las fases iniciales sin agregar costos operativos, el segundo representa una fase más avanzada con opciones más sofisticadas.
En ese sentido, contratar un servicio de hosting no es algo que debemos tomar a la ligera, ya que resultará fundamental de cara al futuro de nuestro proyecto: por ejemplo, si nuestra página web se tratará de venta de productos y servicios, debes tener en cuenta qué empresas de alojamiento web se especializan en ello, ya que deberás tener un gran poder de almacenamiento de imágenes y texto, así como una rápida respuesta a la hora de comprar. En cambio, si lo tuyo será el contenido multimedia, lo que debes garantizar es la velocidad de reproducción en distintos dispositivos del mismo.
Allí es donde reside la principal diferencia entre un hosting gratuito y uno de pago: la velocidad de respuesta, el espacio de almacenamiento, así como también el servicio de atención al cliente. Si bien existen empresas que brindan una gran prestación sin costo, lo cierto es que las empresas de pago suelen tener mejores opciones. Todo depende, en definitiva, del estadío en el que se encuentre nuestro proyecto. Sin ir más lejos, para una página que está dando sus primeros pasos y que aún no es muy popular, contratar un hosting con la nueva tecnología de almacenamiento SSD, en lugar de la tradicional HDD, puede representar no solo una exageración, sino un costo que puede hacer tambalear a todo el proyecto. Lo mismo sucede en el caso inverso: un dominio online exitoso que no le preste atención al hosting tendrá más dolores de cabeza que otra cosa. Así, lo fundamental es saber dónde tenemos apoyados los pies y hacia dónde queremos dirigirnos.