Optimiza la productividad de tu start-up con estas sencillas ideas

Gestionar una startup puede ser muy desafiante, y conducirla hacia el éxito es más difícil todavía. Por eso, siempre es bienvenido cualquier pequeño detalle que nos ayude a optimizar sus resultados y aumentar su competitividad en el mercado. Las siguientes ideas tienen por objetivo ayudarte a explorar nuevas perspectivas para mejorar el rendimiento de cada aspecto de tu empresa, desde tu personal hasta tu publicidad digital.

Organiza sesiones de trabajo en equipo ligeras con tus empleados

Aunque tus empleados deberían poder colaborar durante su día a día para hacerse la vida más fácil y agilizar los procesos de producción, no siempre lo hacen. La rutina de un puesto de trabajo puede crear diferencias entre ellos y restar eficacia a tu empresa sin que apenas te des cuenta.

Por eso, organizar sesiones con juegos como la ruleta Casiopea o proponer otras actividades grupales amenas puede contribuir notablemente a mejorar el estado de ánimo de tu plantilla y aumentar su nivel de trabajo en equipo.

Busca siempre nuevos proveedores

Si necesitas proveedores para el abastecimiento de tu empresa, no te conformes nunca con los que ya tienes. Puede que sean buenos proveedores y que no tengas ningún problema con ellos, pero nunca está de más que tengas un ojo puesto en el mercado para buscar alternativas.

Si encuentras una alternativa mejor, te convendrá el cambio, o podrás usar sus ofertas para renegociar los términos con tu proveedor actual. Y, si no la encuentras, por lo menos tendrás la garantía de que ya estás trabajando con el mejor proveedor posible.

Apuesta por el mercado digital

Sea lo que sea lo que vendas en tu empresa, su demanda será mayor si acudes al mercado digital. Los comercios a pie de calle o las oficinas locales pueden tener una buena clientela y operar de forma rentable, pero solo podrán expandirse muy lentamente a medida que vas abriendo nuevas sucursales en otras áreas: un proceso costoso que conlleva grandes riesgos.

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Una buena infraestructura digital puede costarte algo más levantarla, pero, cuando esté operativa, puede hacerte crecer de manera exponencial.

Adáptate a lo que demandan tus clientes

Deberías tener siempre presente que lo que te conviene vender es lo que tus clientes compren, y no lo que tú produzcas. Quizá determinados productos o servicios te hayan funcionado bien durante un tiempo, pero empieces a notarlos a la baja después de unos años.

No te conformes con achacarlo a la coyuntura del mercado, y activa cuanto antes un proceso de búsqueda de nuevas tendencias. ¿Realmente estás ofreciendo lo que tus clientes necesitan? ¿Cómo puedes mejorar para responder a sus demandas?

Asentarse no es una opción

Si decides que tu empresa ya está bien como está y no tienes intención de ampliarla para no sufrir dolores de cabeza, puede que la estés condenando al fracaso. Tu competencia se estará moviendo más deprisa que tú, y su expansión no solo les puede permitir abarcar más mercado, sino también abaratar costes.

Esto aumentará su competitividad en detrimento de la tuya, y lo que parecía un negocio estable y bien asentado puede diluirse en cuestión de poco tiempo. Nunca debes dormirte en los laureles.

Explora cuanto antes un mercado extranjero

Si tienes la posibilidad de expandir tu negocio más allá de tu región, te conviene pensar cuanto antes en hacerlo a otro país. Las razones de esto son múltiples.

Por una parte, tener diferentes ramas de tu empresa en distintos contextos socioeconómicos puede permitirte aprovechar los cauces positivos de una región para compensar el estancamiento de otra, lo que hará que tu negocio se mantenga a flote mientras otros cierran. Y, por otra, tendrás acceso a una bolsa de empleados mucho más amplia y diversa, lo que enriquecerá a tu empresa y hará que sea más competitiva en ambas regiones.

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Contrata a una plantilla flexible

Es evidente que ninguna empresa debería depender de un solo empleado, y eso es aplicable a todos los puestos de trabajo que haya en ella. Nadie debe ser imprescindible, ni siquiera tú, de forma que deberías tomar las medidas necesarias para asegurarte de que todos en tu plantilla puedan ser sustituidos si llega el caso.

No se trata de prepararte para una posible marcha o un despido inevitable –aunque también–, sino de optimizar todavía más el rendimiento de tu plantilla. Contar con más posibles combinaciones para ubicar a tus empleados te permitirá sobreponerte a bajas, vacaciones o cualquier sorpresa inesperada, y además puede que te sirva para aumentar tu productividad con una plantilla más reducida – y, por lo tanto, menos costosa.