Después de un lustro de redes sociales, la web 2.0 se ha hecho un lavado de cara que ha repercutido tanto en las marcas y empresas como en el propio concepto de las redes sociales. Atrás quedan las técnicas, ahora arcaicas, que se basaban en que los empresarios crearan un espacio web dedicado a la empresa así como un correspondiente perfil en las principales redes sociales (véase Facebook y twitter) actualizando de cuando en cuando la página para mantenerla actualizada.
En la actualidad, esto ha dado un giro por la profesionalización y la aparición del social media manager, el community manager y otros perfiles relacionados con el mundo 2.0. También han influido las diversas posibilidades de las que se hacen eco los creadores de negocios que ya no ven suficientes estas medidas ante el incremento de competencia y la reducción de gasto por parte de los consumidores.