Hasta ahora, cada vez que se mencionaban las Islas Baleares, venían a la mente imágenes de fiestas, atardeceres únicos y unas increíbles imágenes de ocio y diversión.
Pese a que mucha parte de eso tiene que ver con el incesante marketing y con la imagen que ha querido venderse de este archipiélago español, lo cierto es que cada vez, con la llegada del nuevo movimiento “slow”, se ha cambiado la estrategia. Aunque sigue siendo el recodo en el que se graban muchos exteriores, ahora es otra la imagen que trata de proyectarse