Con el cierre de cabeceras tan históricas como Tiempo, Interviú queda patente que la comunicación está dando un salto al que habrá que adaptarse si se quiere sobrevivir.
Ya no se trata solo de papel o versión digital, sino de en qué idioma se lee la información y se llega a los clientes y lectores.
Desde la llegada de las redes sociales y de la comunicación a través de internet, los mercados dejaron de tener fronteras cerradas en este sector y las políticas de comunicación de medios y empresas pasaron a darse cuenta de la necesidad de abrirse a nuevos mercados.