Emprender es difícil y los resultados muestran que no todo el mundo es capaz de ello. La mayoría falla en el intento y muy pocos tienen la suerte de triunfar. Incluso los que triunfan han conocido el sabor del fracaso y eso les ha permitido ser más fuertes en el mundo laboral.
Y aunque el factor suerte es importante, el mayor porcentaje de no conseguir el objetivo recae en la propia persona. ¿Te has preguntado alguna vez cuáles pueden ser los motivos? Si tienes buena voluntad en mejorar esos defectos, las posibilidades de lograr lo que siempre has estado deseando se incrementarán notablemente tal y como nos comenta Alejandro García de Geekpunto.com.