En los últimos años en España se ha apoyado el emprendimiento como nunca antes se había apoyado cualquier otro movimiento social.
La figura del emprendedor ha surgido hace relativamente poco. Bien impulsado como parte de una estrategia política, pensando que sería la solución a la larga lista de parados que existe en nuestro país o bien porque era una necesidad latente en nuestra sociedad en comparación con otras sociedades cercanas, ha calado en el tejido empresarial.