Desde que en la década de los noventa internet entró a formar parte de nuestras vidas, su popularidad no ha dejado de extenderse a los distintos ámbitos de nuestra cotidianidad: desde el hogar hasta el espacio de trabajo; y en todos los dispositivos a nuestro alcance: desde nuestro móvil personal hasta el ordenador de nuestra empresa. A esto se le suman los avances tecnológicos y el cada vez más bajo precio de la fibra óptica, sistema en el que España es pionera.