No sé tú, pero yo odio leer algo que he escrito y encontrar una errata enorme. Inmediatamente paso a solucionarlo, la autocorrijo en mi cabeza y luego intento encontrar una manera de que no vuelva a suceder.
¿La buena noticia? Normalmente es una solución rápida. Pero eso no siempre es así en el marketing de contenidos, donde tus activos pueden pasar por un proceso de aprobación, ser profesionalmente diseñados y luego compartidos a través de tus diferentes canales de marketing.