Cuando una «función o tarea” es tan reciente como el SEO, se nutre de esa cosa casi «oscura» y compleja de comprender. Tanto que parece que en el mundo hay solo 2 o 3 SEOs que se las saben todas y son poco más que magos en el arte de dominar un «algoritmo» secreto para la gran masa de usuarios pero manejable para esos pocos.
Muchos la desconocen, otros bastantes, mitifican y elaboran deducciones más o menos erróneas y los que están en el ojo del huracán saben que no hay recetas mágicas para posicionar una web y saben que esta disciplina es muy compleja. Así como los estudios de mercados son complejos por tener como objeto de estudio el cómo los grupos de personas manejan los recursos y como el marketing se incorpora a la psicología del individuo, quien hace o intenta hacer SEO (alcanzar una posición elevada entre los resultados de los buscadores), debe incorporar además del factor humano, el factor inteligencia artificial; un factor hasta ahora ausente en cualquier disciplina.