Publicidad y marketing. Marketing y publicidad. Inbound, outbound. Se trata de conceptos que siempre, desde que se convirtieron en disciplina de estudios, han ido de la mano. Sin embargo, lo cierto es que, aunque siguen de la mano, han ido siguiendo caminos complementarios pero no ya tan cercanos.
Es cierto que antes todo producto se conocía a través de las campañas de publicidad, ya fuera a través de marquesinas o de cartelería en la ciudad. De hecho, grandes gurús de la publicidad se hicieron famosos gracias a campañas polémicas que hacían al gran público levantar la cabeza. Hablamos de nombres tan destacados como Toscani por ejemplo. Sin embargo, cada vez más, la publicidad se fue derivando al mundo digital y a las publicaciones online dentro de efectivas estrategias de inbound marketing.
A la vez que el mercado evoluciona, ha evolucionado también la forma en la que el marketing debe plantear su estrategia publicitaria, dando ahora eso sí, prioridad también a la estrategia de comunicación.
Si antes publicidad y marketing iban como decíamos de la mano, hoy la comunicación forma el tercero de los vértices e incluso se une casi a la parte publicitaria gracias al marketing de contenidos.
Pero no hay que caer en la trampa de pensar que cualquier texto, con publicidad por medio, vale. No, el usuario final, que ya conoce bastante cómo moverse por Internet, no quiere verse interrumpido por banners, publicidad emergente o incluso por llamadas de atención constantes. Eso no le facilita la navegación y si se abusa, dejará de navegar por un site concreto que le “perturba” su experiencia.
Sin duda, apostar hoy en día por el marketing de contenidos es el camino. Un contenido que tenga que relación con el sector, que sea publicado en lugares de afluencia para el público segmentado y además que tenga calidad e interés hace que la relación del potencial consumidor con el servicio o producto sea mucho mejor recibido y percibido que un impacto publicitario tradicional.
Forma parte de su reputación, de su relación con el cliente y crear interés a través de la calidad, siempre es la mejor carta de presentación. Seguir apostando por la publicidad que llegó a saturar la red es un craso error hoy en día si no se tiene en cuenta la experiencia pasada.
Un usuario común de la red, cuando busca información, quiere leer algo que le aporte contenido, comprensión o que le informe de las características de un sector. Aprovecharse de esa curiosidad nata de quien utiliza un buscador es vital para poder posicionarse en los mismos y, sobre todo, de acercarse de una manera directa al mismo sin interrumpir lo que de verdad quiere.
Blogs, medios de comunicación, redes sociales…cualquier entorno es proclive a seguir los dictados y las posibilidades que ofrece el marketing de contenidos, donde términos como palabras clave o enlaces giran en torno a una calidad de redacción, del formato empleado y del interés específico de la audiencia.