El mercado laboral está en pleno proceso de cambio al mismo tiempo que las compañías aceleran su transformación digital. Las disciplinas y posiciones tradicionales se están actualizando no solo con las nuevas tecnologías sino también con nuevos entornos y formas de trabajo cooperativo que antes eran solo parte de manuales pero que no llegaban a aplicarse.
Si antes era necesario estar en constante evolución e ir creciendo desde el puesto de trabajo, hoy el reciclaje formativo es clave para incrementar el valor profesional.
Pero, ¿qué es en realidad el valor profesional?
Hablar en pleno siglo XXI de valor profesional es hacerlo de una persona que no solo está especializada en una disciplina sino que es capaz de contextualizar de forma rápida su labor dentro de la empresa y sacar el mejor partido de las sinergias que puede conseguir con el resto de departamentos y funciones.
Atrás quedaron atrás las profesiones establecidas en un único área. Hoy la empresa busca personas multidisciplinares, capaces de comprender la complejidad interna y las posibilidades de aunar esfuerzos para un objetivo común.
Pero esto no significa que tengan que saber desempeñar tareas alejadas de su especialización sino que, hoy en día, los perfiles más demandados son aquellos que sean capaces de integrar en su trabajo el flujo de datos, información y servicios que pueden tener en otras áreas de actuación. Es la forma de tener opción en la toma rápida de decisiones o en la modificación de procesos para rentabilizarlos.
Por ejemplo, quien hoy cursa un Master en Marketing no solo estudiará a fondo como elaborar el plan de marketing para una empresa o proyecto sino la parte de atracción a clientes, los modelos de negocio, la fidelización, la monetización de la información o incluso la relevancia de la parte más comercial y los acuerdos con partners para sacar ventaja de la competencia en un sector concreto. Actualmente los profesionales del marketing no salen con una especialización sino que también adquieren una visión amplia del negocio que facilita la integración de sus funciones dentro de la organización.
Sin duda, es una de las mejores formas de entender a fondo, independientemente de si luego se trabajará en este departamento o no, los objetivos de la empresa y, sobre todo, los caminos para comprender la relación entre ella y el consumidor para conseguir llegar a vender el producto o servicio.
“El marketing lo es todo ya en la empresa. Independientemente de que se esté en la parte de comunicación de la empresa o en el área financiera o de recursos humanos. Hoy en día da un contexto al mercado general para comprender cómo se desarrolla la economía de empresa, cómo llegar a mejorar y optimizar los recursos internos y cómo promocionar de cara al exterior el core de la compañía” explican algunos expertos en formación.
Tres son los motivos claves para apostar por entender cómo funciona esta disciplina gracias a un posgrado especializado en ella. En primer lugar, mejora el currículum porque muestra al reclutador el interés por comprender el entorno empresarial hacia el exterior, en segundo lugar, permite reorientar la carrera para incluso formar parte de un equipo multidisciplinar dentro de la compañía con perfiles en trabajo cooperativo comprendiendo cada área. En tercer lugar, pero no por ello último, porque suma talento para la empresa.