Cuando se comienza el arduo camino de poner en marcha un nuevo proyecto o empresa, una vez concluido el business plan, el primer aspecto a tener en cuenta suele ser crear una marca propia que diferencie la empresa propia de todas las demás.
En los casos en los que se desee conseguir que, dentro de un tipo de negocio masificado, se tenga en cuenta el negocio creado, se deberán seguir una serie de aspectos a tener en cuenta que pueden resultar muy útiles a la hora de lanzar una marca online:
- Nombre y diseño del logotipo. Es el punto de partida. Cuando la empresa esté constituida previamente no será necesario realizar un estudio con los parámetros que respalden que ese negocio es viable en la red. Una vez conseguido, lograr un logotipo que la gente recuerde y que se superponga a los servicios, será el siguiente paso. Para conseguirlo, se puede recurrir a una agencia especializada en identidad corporativa o bien realizarlo con los conocimientos propios en materia de diseño.
- Crear una página web y blog propios. En muchos casos, las empresas deciden tomar prestados determinados servicios que, por su gratuidad consiguen abaratar costes. Sin embargo, esto puede resultar muy caro a largo plazo si lo que se quiera es crear una imagen de marca adecuada. Ante todo, se deberán esmerar en el diseño, logotipo, usabilidad y contenidos web del blog que compondrán la cercanía con respecto al cliente. Asimismo, cuando se creen estas plataformas, resultará de gran ayuda también tener en cuenta que el logo así como el diseño de la página debe ir acorde con el público objetivo. En el caso de que esto no se haya tenido en cuenta previamente, resultará indispensable hacer un estudio de mercado puesto que esta es una de las cuestiones que suelen fallar en los pasos previos del lanzamiento de una marca. Saber lo que quiere el cliente es fundamental, más aun por internet que no se puede observar la reacción del cliente al recibir el producto o el servicio ya que las formas de interactuar serán otras. La falta de información con respecto a la satisfacción en algunos casos conlleva tener que preocuparse más por estos aspectos.
- Conectarse con las redes sociales pertinentes. En un primer momento, lo adecuado sería crear los perfiles y páginas en aquellas que puedan resultar válidas para el tipo de producto que se desea vender o servicio que se desea prestar, inicialmente reservar los nombres de usuario como protección de la marca puede ser una buena iniciativa. Se puede hacer hincapié en que las redes como youtube pueden ser muy interesantes en el caso de que el objeto de consumo esté asociado a un servicio (formación, aprendizaje) mientras que Facebook es más apto para otro tipo de empresas más amplio y generalista. Twitter como canal de soporte… etc.
- Slogan de la marca. A este respecto, la tarea será relativamente sencilla con respecto a las anteriores. Se basa en encontrar la “diferenciación” del producto o servicio con respecto al resto con el claro propósito de conseguir que el usuario se quede con este himno y se convierta en la característica principal a todos los niveles.
- Difusión en medios de comunicación. Lo cierto es que dependiendo del servicio que sea, se deberá tratar de promocionar la marca por diferentes vías. Este fue el caso de la entidad bancaria ING Direct, actualmente una de las más exitosas y en pleno crecimiento, que, en su momento, atraía desconfianza por el hecho de no disponer de oficinas presenciales. Frente a ello, una campaña publicitaria sencilla pero insistente, una marca (su león y color naranja son conocidos a nivel mundial) así como una pregunta: ¿Eres ahorrador o no ahorrador? , han hecho de ella toda una institución en ejemplos de empresas de éxito. Aunque, obviamente, muchas de las empresas interesadas en lanzar su marca online no buscan llegar hasta estas cotas si que puede ser interesante reforzarlo con una campaña online que por supuesto incluya una buena estrategia de marketing de contenidos.