Tal vez uno de los mayores desafíos en el mundo del marketing y de los negocios sea crear una marca desde cero.
Está claro que una marca es mucho más de lo que su nombre dice, sino que constituye prácticamente el ADN de una propuesta comercial. Crear una marca implica bucear en el mercado, detectar necesidades puntuales, asegurarse de que se lo puede hacer mejor que la competencia, y salir con una propuesta concreta e identificable, capaz de hablar por sí sola y de instalarse como una alternativa concreta.
Quizás uno de los sectores más saturados dentro de la actividad comercial sean justamente los sitios de apuestas. Continuamente están apareciendo nuevos operadores, desembarcan jugadores internacionales, el mercado evoluciona y la competencia por ganar la atención de los apostadores es muy fuerte, quizás como nunca lo ha sido.
En esto tiene que ver la gran difusión de las apuestas online, que derribaron las barreras de ingreso que muchas personas tenían al momento de decidirse a apostar.
El gran entusiasmo de los jugadores y el consecuente crecimiento de la demanda, han provocado de modo natural un movimiento en el campo de los operadores de apuestas online, y una feroz competencia por quedarse con la mayor cuota del mercado.
Esto sucede con similar magnitud entre las empresas dedicadas al bingo online, que en países como España tienen gran cantidad de adeptos y un mercado potencial mucho mayor aún. De allí el gran desafío: ¿Cómo crear una marca en el mundo del bingo online?
Lo accesorio y lo principal
Lo fundamental parece avanzar por el carril del conocimiento del apostador. Quién es, cómo juega, qué prefiere, a qué aspira, qué lo entusiasma, qué lo detiene, qué cosas disfruta hacer mientras está jugando.
Por esa razón, para crear e instalar una marca en este competitivo escenario será necesario vincular esa idea corporativa con un lugar seguro para el disfrute pleno mientras se juega, integrando siempre la posibilidad de interactuar con otros jugadores y abriendo el espacio a continuas nuevas experiencias. Está comprobado que los apostadores se cansan rápidamente de las mismas plataformas y es el momento en el que salen a buscar una nueva.
Pero más allá de estas cuestiones –si se quiere accesorias– referidas a una sala de bingo online, lo que el apostador busca y valora serán las cuestiones relacionadas con los premios. Por eso nadie que se proponga instalar una marca en el mundo de los bingos online podrá omitir ser él el primer gran apostador. Los jugadores corren detrás de los mayores botes de bingo, los más altos porcentajes de ganancias, los bonos extra que permiten multiplicar y extender las jugadas gastando el mismo dinero.
Pero al mismo tiempo se deberá asegurar una plataforma segura, con fiscalización y autorización oficial, con mecanismos para verificar la identidad de los jugadores y también con previsiones para la autoexclusión, en el caso de personas adictas a las apuestas.
Sobre todos esos pilares estará la edificación de una marca reconocida en el mundo de las apuestas online. Lograrlo no suele resultar algo tan fácil.
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