La vida cambia y las viejas teorías han sido suplantadas por otras adaptadas a los nuevos tiempos. Teorías y estrategias que antes eran útiles pero que no lo son tanto en la situación actual y es preciso adecuarlas o crear otras nuevas.
Las cuatro p´s del marketing mix, ya cumplieron su papel y hemos pasado hablar de las 4 c´s. Porque lo importante no es lo que vendemos sino lo que realmente el cliente compra. El punto de vista ya no es la empresa sino el cliente. El producto paso a ser el cliente, el precio un coste, la distribución su conveniencia y la promoción comunicación.
La realidad tampoco importa, lo que tiene realmente importancia para la empresa es lo que ocurre en la mente del cliente. La lucha por la mente de los clientes que escribía Jack Trout.
Los nuevos tiempos dictan un marketing de experiencias para gestionar la relación con los clientes ayudados por las nuevas tecnologías y rodeando al producto de multitud de aditivos. Percibir, sentir, pensar, actuar y relacionar como explicaba Bernd Schmitt.
La cadena de valor de Michael Porter quedo en cierto modo obsoleta, de entender la empresa de forma secuencial se ha pasado a entenderla de forma concéntrica donde el cliente vuelve a ser el elemento sobre el que confluye todo.
La tecnología juega un papel importante en la nueva coyuntura pero realmente de nada sirve si la empresa no está orientada al cliente.
Todos los cambios apuntan hacia la misma dirección: EL CLIENTE, ese oscuro objeto de deseo para toda empresa.
A continuación os muestro un vídeo de la ponencia magistral realizada en Rethink 2008 por Enrique Benayas, director general de una de las mejores «fabricas de marketeers» españoles: el Instituto de Comercio Electrónico y Marketing Directo, ICEMD (socios: ESIC y FECEMD), presidido por el gurú del marketing directo español, Joost Van Nispen.
Estaros atentos a las nuevas formas de conquistar y fidelizar clientes en un mundo global, unipersonal y digital.