Expertos han reclamado «una cierta madurez» de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para maximizar los beneficios del Voluntariado Corporativo para el Desarrollo, según se desprende de las conclusiones de un estudio realizado por la Fundación Codespa.
El documento, que lleva por lema ‘Ideas para maximizar los beneficios del Voluntariado Corporativo para el Desarrollo’, es el resultado de dos desayunos de trabajo que Codespa y BCG celebraron el pasado mes de febrero en Madrid y Barcelona, en los que participaron cerca de 50 empresas, ONG y expertos en RSC y Voluntariado Corporativo.
En el encuentro, se analizaron los beneficios y principales retos y oportunidades que generan este tipo de programas y los actores implicados en estas iniciativas. Codespa recuerda en un comunicado que un programa de voluntariado corporativo para el desarrollo es una iniciativa promovida por la empresa para facilitar a sus empleados el voluntariado en países en desarrollo.
Así, se ofrece a los empleados la oportunidad de transmitir sus conocimientos y experiencias profesionales a proyectos que tienen como finalidad una mejora en la calidad de vida de comunidades de escasos recursos en zonas en desarrollo.
«BENEFICIOS CLAROS»
En general, los participantes del estudio coincidieron en que existen «beneficios claros» en este tipo de programas que, a su juicio, «deben estar integrados en la Responsabilidad Social Corporativa de la empresa».
Sobre los retos a los que se enfrentan los gestores de este tipo de programas en las empresas, se destaca «la complejidad de conseguir el apoyo de la dirección» de la organización para lograr su impulso. En este sentido, los participantes han señalado que es «imprescindible» definir los objetivos concretos del programa en su inicio, así como los indicadores que medirán los resultados obtenidos.
Además, consideraron que si este tipo de programas se plantea como una herramienta estratégica, «la inversión en tiempo, dinero y recursos se puede rentabilizar»