Desde la entrada en vigencia en España de la legislación específica para regular el juego online, algo que ocurrió en junio de 2012, el sector ha experimentado rápidas transformaciones y avances, seguramente a partir de la certeza y la seguridad jurídica que otorga ese marco normativo.
Es por esa razón que hoy asistimos a un considerable desarrollo de las páginas de gambling y de tragaperras online, tanto en el mercado como en Internet. Las empresas parecen más decididas a invertir y a jugar fuerte, ahora que las reglas están claras y que se han definido claramente los límites para actuar dentro de la legalidad.
Tal situación ha generado en simultáneo un interesante despliegue de esfuerzos de marketing en el gambling, con empresas decididamente lanzadas a la competencia entre sí, desplegando mensajes muy específicos y tratando de captar la atención de los usuarios mediante diferentes recursos.
De esto son testigos millones de personas, que continuamente se ven bombardeadas por publicidad desde diversos medios, mucha de ella en la misma web, pero también en forma abundante en sus pantallas televisivas, en las camisetas de sus equipos de fútbol, en las vallas públicas, en la radio, etc.
Buscando el público adecuado
En general las diferentes estrategias de marketing de apuestas van buscando sus diferentes nichos. El mercado es tan grande y por ahora tan generoso (pese a la crisis), que las estrategias de las empresas buscan apuntar a nichos, antes que al público masivo.
Uno de los casos es el de tragaperras.org, que apunta a aquellas personas amantes de las tragaperras o tragamonedas, ofreciéndoles variedad de recursos y alternativas, todas con gran despliegue técnico, pero también tentándolos con bonus y beneficios.
Otras empresas apelan al patrocinio esponsorización de figuras deportivas o figuras del espectáculo, algo que hemos podido ver en la televisión, invitándonos a jugar con determinada plataforma.
También están las empresas de apuestas que se especializan en un juego tan tradicional y querido por nuestra cultura, como lo es el bingo, que sin dudas conlleva un componente festivo, de socialización y de diversión colectiva.
Cada una de las empresas a su manera, con mensajes concretos y buscando atraer un público determinado. Seguramente con el tiempo esta explosión de marketing y de competencia por el jugador o el apostador irá asentándose. Y como ocurre con el darwinismo en el mercado, subsistirán aquellas empresas con mejores alternativas y recursos para atraer la atención del público.