El contenido es el rey. Esta es una frase que ya por, repetida, empieza a sonar manida. Sin embargo, esto no debe llevarnos a pensar que no es cierta. Al contrario, estamos ante una de las grandes realidades del mundo de la comunicación en 2013, y no es otra que apuntar como el marketing de contenidos va a acaparar el mayor grueso de la inversión en promoción y publicidad por parte de las empresas.
Empieza a cotizar cada vez más tanto tener propios blogs corporativos como que se hable de nuestros productos y servicios en bitácoras independientes de blogueros influenciadores –los influencers, que se les llama-. Así lo confirma un barómetro de tendencias realizado por Econsultancy y Adobe que refleja como este 2013 es el año de los contenidos a ojos de los ‘marketeros’: el 40% de los encuestados ha afirmado que quiere hacer de los contenidos su pilar publicitario, lo que supone un incremento del 10% respecto a 2012.
Los que nos dedicamos al mundo del marketing y la comunicación 2.0, podíamos prever perfectamente hacia donde se dirigía la mirada –hacia donde se dirige- de los consumidores. Y es que solo mediante este tipo de herramientas las empresas han conseguido acercarse a sus potenciales clientes sin que a estos les resultara un acercamiento intencionado. Obvia decir que no valen cualquier tipo de contenidos, que hay que saber muy bien cuáles son las necesidades de los usuarios, sus gustos y preferencias y, en base a ello, elaborar artículos u otros formatos que puedan captar su atención y, lo más importante, que los vaya conduciendo hacia la compra.
Son varios los criterios que, además, deben cumplir esos contenidos si queremos que nos sean rentables. Y tomamos aquí como fuente a Big Data, que de su experiencia y el procesamiento de datos ofrece cinco sencillas indicaciones que no deberíamos dejar pasar si queremos sacar partido al marketing de contenidos:
- Los post deben ser reutilizables de diferentes maneras. Es decir, que se puedan compartir en diferentes medios y redes sociales, adaptando simplemente un poco el mensaje a la idiosincrasia de cada Social Media.
- Los artículos deben tener capacidad de adaptación. Según la época o el periodo que atravesemos, lo ideal es que vaya cambiando el tono, el contenido en sí, la forma de acercarnos a las personas…
- Usabilidad y adaptabilidad. Es fundamental que los medios en los que se muestren estos contenidos se puedan utilizar y consumir en diferentes formatos y dispositivos. Hay que tener en cuenta que actualmente los móviles y las tabletas concentran buena parte de las conexiones a Internet de los ciudadanos digitales.
- Interesantes y eficientes. Ante todo, los textos deben resultar interesantes para los lectores. Es decir, que no les pasen desapercibidos. Si además se les da un valor añadido, se soluciona un problema o se da respuesta a alguna necesidad, habremos ganado gran parte del favor del público.
- Contenidos relevantes. Más vale poco pero de calidad, que mucho pero sin un mínimo de valor. Solo los contenidos relevantes serán difundidos y propagados en redes sociales y realmente eso es lo que buscamos.