Si tenemos en cuenta las descargas diarias de aplicaciones para los smartphones o tablets, nos damos cuenta de que los juegos son, junto con las redes sociales, los más descargados y demandados por los usuarios.
¿Por qué? Porque, cada vez más, los teléfonos y dispositivos móviles se han convertido en parte de nuestra rutina. Si existe un rato libre, en la parada del autobús, en la espera del médico o incluso durante la hora del almuerzo, una de las alternativas que más convencen es poder seguir jugando y consiguiendo pasar pantallas o niveles de los juegos.
Tan sólo hay que echar un vistazo a los muchos que se publicitan en redes sociales. Juegos que se pueden desarrollar de forma individual o incluso contra contrincantes de tus redes.
Lo cierto es que, históricamente, nos gusta tentar la suerte. Cuántas leyendas y verdades hay en las timbas que se montaban en cantinas, en bares e incluso en clubes clandestinos cuando no estaba permitido. Es algo que se viene haciendo de siempre.
Los casinos han sido refugio de una clase acomodada que acudía a una sala, no sólo luciendo sus mejores galas, sino como lugar también de hacer relaciones con gente adinerada. Acudir a algunos requería etiqueta e incluso daba una reputación muy positiva a quienes se sentaban en torno a las mesas de juego.
Gracias a internet, eso también ha cambiado. Ya no hace falta desplazarse, vestirse o buscar compañía para ir a los salones y locales más emblemáticos. Ahora basta con encender el ordenador y jugar en uno de los casinos online. Uno de esos espacios es casino.com, una página desde la que se puede apostar de forma segura y con la garantía de juego limpio. Cada día miles de personas se conectan a su plataforma para dar rienda suelta a este tipo de ocio, jugando a la ruleta, al blackjack.
Desde que estallara la crisis, en uno de los países pioneros en la materia, Estados Unidos, se empezó a ver cómo se iban quedando vacíos los casinos, cómo sus clientes habituales dejaban de acudir de forma asidua a sus citas.
Pero, ¿se dejó de jugar? No. Se cambió el escenario. Después de ver el éxito de las redes sociales, empezaron a florecer los estudios de diferentes perfiles para dar a conocer un nuevo público que estaba latente pero que no acudía fuera de sus pantallas a apostar. A través de la red, y también de las redes sociales, existen ofertas personalizadas para poder entrar al juego.
Con toda la información, empezaron a aparecer startup y páginas en las que el casino entraba directamente a través de tu pantalla, con métodos de pago seguros y con la tranquilidad de tener avales para el pago. Es ahora el momento de que sean las casas de juego quienes vayan al consumidor y no al contrario. El escenario del juego ha cambiado. Y es la tendencia que ha llegado para quedarse.