El próximo día del padre, habrá una cuenta más en la red social de Instagram. Festejando el día de San José, el Papa Francisco dará el salto a la red de las imágenes para compartir con sus –estamos seguros- millones de followers las imágenes que le ayuden a llevar su mensaje a través de sus fotografías.
Lo cierto es que hace falta parar un momento y ver el por qué de esta decisión. Teniendo en cuenta los últimos datos, Instagram es una de las redes sociales con más éxito y calado en la sociedad. El salto al lema “una imagen vale más que mil palabras” quedó patente.
El Papa, que tiene hasta 9 millones de seguidores en Twitter y pugna por ser el líder mundial más influyente (título que comparte con Obama por número de seguidores), quiere dar un paso más en la modernización y accesibilidad/visibilidad de la Iglesia a través de esta nueva cuenta, en la que espera llegar a un perfil de seguidores de diferente target, para llevar su palabra y demostrar que algo está cambiando en el seno del Vaticano. No tanto éxito en Twitter cosechó su predecesor, tal y como comentabamos varios profesionales del marketing tras su llegada a twitter en este artículo de Antonio F. Nays en BBC «Benedicto un Papa conectado»
A pesar de los muchos escándalos que está viviendo últimamente la Iglesia Católica, con este gesto y bajo la cuenta que llevará por nombre Franciscus, el Papa más accesible dará la oportunidad de conocer algo más su mensaje, sus viajes, sus reflexiones y su día a día. La idea que ha trascendido es que este nuevo pontífice, que viene rompiendo los arcaicos moldes, pretende mostrar, desde su propia perspectiva, a dios en todas partes según lo ven sus ojos.
Tendrá una ardua tarea por delante, ya sea él personalmente quien lo lleve o sea su equipo de asesores y de comunicación, porque cualquier desliz será mucho más público.
Y todo esto viene como consecuencia de las últimas reuniones del Pontífice tanto con el CEO de Instagram como con otras personalidades de las redes más tecnológicas y seguidas del planeta por dar un salto hacia la modernización de la imagen vaticana.
Desde luego, el firme intento de acercarse a miles de seguidores (que ya de por sí seguían la cuenta que sí que dispone el propio Vaticano) a través de las propuestas de Silicon Valley marcan un antes y un después en la institución. Según se ha podido saber en algún que otro mentidero americano, la intención de Francisco no es otra que contar con los avances que se vienen generando desde estas plataformas para conectar con un público que, de otra forma, se puede perder.
Es una de las estrategias de marketing mejor planeadas. Día del Padre, el Papa con cuenta de Instagram. No hay duda de que este paso está más que pensado y que, posiblemente, acabe siendo un éxito si se sabe alimentar bien.
Y es que el Vaticano ha sabido sumar: target + plataforma social + avance + campaña de imagen. ¿Algo nuevo? No, pero desde luego novedoso.