Desde que en la década de los noventa internet entró a formar parte de nuestras vidas, su popularidad no ha dejado de extenderse a los distintos ámbitos de nuestra cotidianidad: desde el hogar hasta el espacio de trabajo; y en todos los dispositivos a nuestro alcance: desde nuestro móvil personal hasta el ordenador de nuestra empresa. A esto se le suman los avances tecnológicos y el cada vez más bajo precio de la fibra óptica, sistema en el que España es pionera.
Los avances son especialmente llamativos en el campo de las empresas. Según el análisis de sus datos, el Instituto Nacional de Estadística (INE) concluye que:
- El 98,4% de las empresas españolas de 10 o más empleados disponía de conexión a Internet en el primer trimestre de 2016.
- Ocho de cada 10 tienen página web.
- El porcentaje de empresas de 10 o más empleados que utiliza banda ancha móvil pasa del 80,7% al 82,9, en el primer trimestre de 2016.
- El 91,3% de las empresas de 10 o más empleados interactuó a través de Internet con las Administraciones Públicas durante 2015.
- Una de cada tres empresas de 10 o más empleados realizaron compras por comercio electrónico en 2015.
- Una de cada cinco empresas de 10 o más empleados realizaron ventas por comercio electrónico en el año 2015.
Las cifras certifican así la relevancia que las empresas españolas dan en la actualidad a la posibilidad de disponer de internet en sus instalaciones.
Asimismo, al aumento de su uso se le suma la necesidad de tener una buena conexión, a su vez relacionada con el desarrollo de sistemas como la fibra óptica. Según los últimos datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se estima que en España se ha producido un aumento del 83,23% en el número de clientes de fibra óptica en el último año. Esto sitúa a nuestro país por delante de países vecinos como Francia, cuyo crecimiento se sitúa en el 52,33%. A nivel mundial solo Australia y Nueva Zelanda están por delante de España, con avances que superan el 120% respecto al año anterior. En la gran potencia estadounidense, sin embargo, el aumento porcentual experimentado respecto al año pasado apenas supera el 16%.
Estos buenos resultados para España no son algo casual, sino que nuestro país lleva años trabajando para que el desarrollo de la fibra óptica sea una realidad y que su democratización sea posible, independiente de la zona en la que se viva o del nivel económico del usuario, gracias a las ofertas y bajadas de los precios.
Según un informe de la consultora Analysys Mason, los datos relativos al primer trimestre de 2015 indicaban que en España existen 1,895 millones de abonados a esta tecnología, la que permite mayores velocidades de conexión y lo que lo sitúa de nuevo en el primer lugar si tratamos los datos en términos absolutos. Por regiones, uno de los ejemplos más evocados es Andalucía que, con una población algo menor de 9 millones de habitantes, cuenta con más kilómetros de fibra óptica que Bélgica, cuya población supera los 11 millones.