Que las empresas han cambiado en la última década es algo innegable. Antes, los organigramas quedaban más que claros. Estaba presidencia, seguida de las direcciones generales, entre las que se encontraba la de Marketing y Comunicación (habitualmente mismo departamento), y el resto de equipos que formaban cada una de las pestañas en las que se bifurcaban.
¿Tiene sentido algo así hoy en día? No. Ni en broma. ¿Por qué? Porque todo en la empresa ha cobrado vida.
Se ha pasado de segmentar cada departamento con sus objetivos a buscar objetivos comunes que necesitan del esfuerzo de todos para poder conseguirse.
Pese a que habitualmente se solía reportar a Presidencia, ahora se forma parte de las reuniones y junto con las secretarias, que por norma general responden a un perfil mucho más profesional porque suelen optar por especializarse con cursos como la Formación Superior Online en Asistencia a la Dirección, definen las agendas para poder avanzar con las campañas y con los resultados, objetivos y reportes. Son, en definitiva, las batutas de la orquesta para hacer que todo suene al tiempo correcto.
El departamento de Marketing, que se separó hace tiempo de Comunicación pese a que se siguen haciendo acciones conjuntas, está junto con las altas direcciones, no en paralelo sino sobrevolándolas. Es la única forma de que de verdad funcione cualquier estrategia no solo identitaria sino de marca.
Las responsabilidades y las preocupaciones del marketing hoy a nivel corporativo soy muy distintas de las que había hace años. Actualmente, se busca convertir en ventas o clientes a los contactos que se hacen a través de encuentros y foros, se busca crear sinergias que permitan incluso firmar acuerdos de colaboración con otras compañías para reforzar las oportunidades de mercado, se introducen tecnologías que se instauran en todas las áreas de la empresa para, entre todos, conseguir cumplir presupuestos y resultados para sacar adelante los proyectos puntuales.
“Hay quien piensa que solo se buscan alcanzar el ROI y monitorizar las acciones, pero están muy equivocados. El Marketing se ha instaurado en todos los procesos corporativos porque todos deben estar conectados. Es la única forma de que el mensaje que se proyecta no se diluya entre departamentos o acciones que no vayan en la misma dirección. Hoy, más que nunca, es cuando el marketing está casi a la misma altura que la Presidencia en el organigrama” explican desde algunas consultoras.
Si hay algo con lo que trabaja el director de marketing es con el talento. Y ese debe estar presente en toda la compañía. Detectar quién será el aliado en cada departamento para instaurar los nuevos procesos y darles seguimiento será clave para que todo funcione y se alcancen los objetivos del departamento.
La convivencia de perfiles multidisciplinares que además trabajan en remoto es un reto interesante para que pueda funcionar al 100% y disponer de la información, o datos para la toma de decisiones en tiempo real por parte de la dirección que en muchas ocasiones se encontrará deslocalizada en otra sede a varios miles de kilómetros.