Lo que hace unas décadas era prácticamente inimaginable, hoy se ha convertido en una realidad que ha abierto un elevado número de puertas, proporcionando un sinfín de posibilidades en todos los ámbitos.
Y es que, la revolución digital es más que un hecho, es una necesidad. Tal es así, que organismos y gobiernos de todo el mundo se han propuesto apostar por la digitalización en todos los ámbitos, poniendo especial énfasis en aquellos sectores que pueden proporcionar un enorme beneficio no solo para los individuos, sino también para los profesionales de todo el mundo, como es el caso de la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud digital como el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para mejorar la salud y los campos relacionados con la misma. Tal es la importancia que la OMS otorga a la salud digital que ha lanzado la Estrategia mundial sobre salud digital 2020-2025, con la que pretende fomentar el uso de la inteligencia artificial, internet de las cosas, análisis de datos, cadenas de bloques, entre muchas otras, para, de este modo, ampliar los conocimientos, las aptitudes y las competencias de los profesionales para prestar servicios de salud.
De hecho, la transformación digital ha servido de gran ayuda para los profesionales, ya que, ahora, los recursos médicos que tienen a su disposición son infinitos, de modo que a golpe de clic pueden tener toda la información necesaria sobre todas las especialidades, ampliar su formación mediante cursos acreditados desde cualquier lugar y momento, acceder a artículos técnicos publicados por sus colegas, y, por supuesto, reciclar y ampliar sus conocimientos y, por lo tanto, mejorar el servicio que prestan a sus pacientes.
Pero no solo la OMS ha lanzado su estrategia, sino que el pasado 2 de diciembre de 2021 el Gobierno de España lanzaba la Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud, con cuatro objetivos estratégicos:
- Capacitar e implicar a las personas en el cuidado de su salud y en el control de la enfermedad, facilitando su relación con los servicios sanitarios y promoviendo su participación;
- Maximizar el valor de los procesos para un mejor desempeño y rendimiento del sistema sanitario, apoyando el trabajo de los profesionales y facilitando la comunicación entre ellos;
- Adoptar políticas de gestión de datos que permitan disponer de información de calidad y crear un Espacio Nacional de Datos de Salud para la generación de conocimiento científico y evaluación de los servicios; y
- Adecuar la evolución del sistema a las exigencias de la sociedad actual, aplicando políticas de innovación orientadas a la medicina 5P (Poblacional, Preventiva, Predictiva, Personalizada y Participativa).
No obstante, la revolución digital en el ámbito de la salud va mucho más allá, y, actualmente, muchas clínicas y seguros ponen al servicio del paciente las consultas médicas online, un servicio surgido durante la pandemia de covid-19 e ideado para continuar prestando los servicios médicos necesarios a la par que se salvaguardaba la salud de profesionales y pacientes.
La transformación digital ha sido un hito, el saber aprovechar los recursos por parte de los distintos ámbitos supondrá una gran mejoría en la prestación de servicios, algo especialmente beneficioso cuando de lo que se habla es de salud.