Pese a que hace años que tanto la digitalización como la transformación digital llegaron a nuestras vidas, lo cierto es que no fue sino hasta la llegada del coronavirus cuando tanto las empresas como las personas comenzaron a ver su verdadero potencial.
Y es que, las nuevas tecnologías han modificado los hábitos de una sociedad que parece haberse acostumbrado muy rápidamente a unos avances que cada día van más lejos. Unos avances que han transformado también el mundo empresarial con tecnologías como el Cloud Computing, el Big Data, el Internet de las Cosas, la Inteligencia Artificial, la Robótica o la Realidad Virtual por solo mencionar algunas.
Por lo tanto, la transformación digital se puede definir como la incorporación de las nuevas tecnologías a la empresa para, de este modo, mejorar la productividad, reducir costes, definir estrategias centradas en los clientes, innovar, etc.
El impacto de la transformación digital en las empresas conlleva innumerables ventajas entre las que cabe destacar la mejora de la relación con los clientes, la automatización de procesos, la identificación de nuevas oportunidades de negocio, así como la mejora de la competitividad. De ahí que cada vez sean más las que se suman a una transformación que ha cautivado por igual a directivos y trabajadores.
¿Cuáles son los claves para lograr una transformación digital exitosa?
- Firme compromiso por parte de directivos y empleados. Como es de suponer la transformación digital implica un cambio de mentalidad por parte de la dirección de la empresa. Un cambio que afecta a todas las personas que forman parte de la empresa y sin cuyo compromiso será imposible alcanzar el éxito. Los trabajadores son una pieza fundamental, su compromiso debe ser firme, algo que se logrará fácilmente si se exponen con claridad los beneficios que la transformación digital aportará no solo a su vida laboral, sino también a la personal.
- Investigación del clima laboral y apuesta por la formación. Antes de dotar a los trabajadores de herramientas conviene hacerse una idea real de hasta donde alcanzan sus conocimientos, de las necesidades de formación y de la necesidad de llevar a cabo un reciclaje. Y es que, de poco sirve dotar a los trabajadores de herramientas si no las saben usar o si lo hacen de forma inadecuada, pues, de este modo, no se logrará el objetivo deseado, es decir, sacar el máximo partido a unas herramientas que han nacido para simplificar el trabajo.
- Flexibilidad laboral y teletrabajo. No es posible concebir la transformación digital sin el teletrabajo y la flexibilidad laboral. Y es que, si bien es cierto que durante la pandemia buena parte de las empresas tuvieron que acostumbrarse a trabajar en remoto cuando en algunos sectores era inaudito, lo cierto es que, aunque a priori pudiera parecer que el efecto logrado sería el contrario, se han conseguido plantillas más satisfechas y unidas, lo que se traduce en una mayor productividad. Entonces, ¿para qué continuar yendo a la oficina todos los días cuando la cosa funciona perfectamente trabajando desde casa?
- Mejora continua. Otro punto a tener en cuenta es que la transformación digital implica una mejora continua, es decir, la empresa debe estar preparada para enfrentarse a cualquier nueva situación que se pueda plantear, algo para lo que los análisis periódicos resultan esenciales.
- Apuesta por la incorporación de expertos. El Big Data ha abierto una puerta de la que todas las empresas deberían aprovecharse, pues mediante la incorporación de expertos, y a través del análisis de datos, se podrán efectuar predicciones para lograr una mayor competitividad.
Y ahora que ya se han expuesto las claves para lograr una transformación digital exitosa, solo resta ponerlas en práctica y disfrutar de las innumerables ventajas que conlleva.