Los chalecos para hombre son una de las prendas más usadas y están presentes en todos los estilos de vestir. Desde un traje formal, uniformes militares y hasta salvavidas, los chalecos no pueden faltar en el guardarropa de nadie. Lo que quizá no sabías es que su origen se dio en el medio oriente y su adopción la debemos a ni más ni menos que a la aristocracia francesa.
Fue durante el reinado de Louis XIII cuando se adoptaron y adornaron a partir de la influencia de mercaderes y visitantes del medio oriente. Su popularidad rápidamente los llevó a Inglaterra y al poco tiempo se incorporaron al conjunto más usado en los siguiente siglos: el traje de tres piezas. Actualmente, los chalecos para hombre son ocupados de manera individual y con una variedad de estilos que se presentan a continuación.
Los chalecos capitonados
Son las prendas más populares desde los años ochenta. Se los denomina así por las costuras expuestas que forman los pequeños módulos y les otorgan su singular textura. Cabe destacar que, además de su propósito estético, dichas secciones tienen el cometido de evitar que las fibras internas se distribuyan de manera incorrecta y proporcionen un mejor abrigo.
En este sentido pueden distinguirse dos estilos principales, el primero es su uso de manera informal, casi siempre con colores vistosos y cortes algo acolchados. Son muy combinables y altamente abrigadores si no te importa sentir un poco de frío en los brazos.
Por otro lado, los chalecos capitonados con tonos sobrios, módulos más pequeños o que incluso incorporan materiales como la piel y la gamuza son ideas para un estilo más sobrio. Por mencionar un ejemplo, si se combinan con una camisa de manga larga, cinturón y jeans se obtiene un atuendo semiformal.
Los reversibles
Son, quizás, las prendas más prácticas que puedes encontrar. La dualidad de sus diseños puede ir de los estampados de un lado a los colores lisos del otro, incluso de lo semiformal a lo relajado. Un chaleco reversible es tener dos prendas en una y es ideal para combinar con todo. La marca Refill tiene varios modelos interesantes a los que deberías echarles un vistazo.
Con capucha
Quizá uno de los inventos más recientes es la adición de la capucha. En esencia las capuchas son para climas fríos y los chalecos, al dejar las extremidades descubiertas, parecerían tener un propósito opuesto. Sin embargo, se han popularizado al punto que resultan bastante comunes.
En climas fríos pueden combinarse con suéteres o prendas abrigadoras de manga larga. Esto abrigará mejor tu pecho y al mismo tiempo cubrirá tu cabeza, por lo que su uso, a manera de sobre todo, resulta también en algo muy práctico.
Sí, con mangas
No se trata de una paradoja, si bien los chalecos se distinguen de una chamarra por no tener mangas, en los últimos años se les han añadido para dar la impresión de llevar dos prendas. Las mangas suelen ser de un color e incluso una tela diferente para no perder la forma del chaleco. Dichas mangas van cosidas por dentro para contribuir a la impresión de que se están usando dos prendas.
La paradoja entonces sería si se trata ya de una chamarra. Lo mejor es no darle vueltas al asunto y disfrutar lo mejor de ambos mundos.
Fue la prenda de moda en las cortes de los reyes, el distintivo en los uniformes militares y hasta de los salvavidas. Los chalecos para hombres son prendas que se han inventado y reinventado incontables veces. Por ello es una prenda que no puede faltar en tu guardarropa y que por su versatilidad y comodidad no querrás perderte.