Sin bien aún hay países que siguen amando el efectivo y se resisten a los pagos con tarjeta o dispositivos, los pagos móviles son una realidad, y cada día son más los usuarios que han incorporado este método de pago en su experiencia como consumidor.
«La pandemia de coronavirus ha impulsado la tendencia a los pagos sin efectivo y sin contacto, es decir, el pago móvil», afirma Kevin Hackl, experto en banca y finanzas de la asociación digital alemana Bitkom.
Hackl opina que el uso de aplicaciones de pago se está extendiendo: «En el caso de los grandes distribuidores, la tecnología ya está implantada, y las tiendas pequeñas seguramente se les unirán pronto».
Navegadores como Google Chrome, Mozilla Firefox, Microsoft Edge o Apple Safari garantizan la comodidad de los usuarios a la hora de navegar. Sin embargo, si no se los configura debidamente, este confort va en detrimento de la seguridad y la privacidad.
Los niños crecen hoy en día entre teléfonos inteligentes y tabletas, por lo que tarde o temprano su curiosidad los lleva a querer usarlos. Actualmente hay una enorme cantidad de aplicaciones para que los más pequeños puedan jugar con estos dispositivos.
La parte tecnológica de las compañías está, actualmente, en plena ebullición. La necesidad de la digitalización a pasos agigantados que ha demandado en todos los procesos empresariales 2020 ha pillado a muchos desprevenidos y han tenido que ponerse en marcha casi a la carrera para dar cobertura, servicio y capacidad a todos sus stakeholders.