Transitamos por un mundo convulso de eso no hay ninguna duda. Mientras los mercados se muestran inestables y Google, el buscador por excelencia vuelve a acaparar las miradas atentas de los inversores, PYMES y microemprendedores, con su nueva apuesta por el acercamiento hacia lo social implantando el botón +1, se debate sobre una posible desaparición de los portales corporativos de empresa a favor del auge e infinitas posibilidades que subyacen en las comunidades en redes sociales.
Mientras en el “mundo real” y específicamente en nuestro país, se observa un auge en las tensiones entre los conocidos como los “indignados” que parecen agotar la paciencia de las fuerzas del orden.
Una encuesta realizada entre la población española informó que; desempleo, economía y crisis de credibilidad política, son las tres variables que más inquietan a la población.
Y es que si algo nos ha dejado esta crisis estructural y sistémica por la que transitamos es la toma de conciencia de la realidad; necesitamos ser menos, más productivos y mucho más organizados.
Si nos centramos en la pérdida de competitividad que ha experimentado España desde que se inició la crisis, es más que probable que iniciemos una larga sucesión de hechos que culminen con la crisis agrícola, último varapalo a la competitividad española provocado por ¿Deseo expreso de Alemania? ¿Ineficaz gestión? ¿Error?… como sea lo cierto es que los “pepinos españoles” llegaron en uno de los momentos más tensos a nivel social.
Ahora bien, no podemos dejar de lado la “negociación colectiva” que nos informa de la falta de acuerdos entre la patronal y los sindicatos para poner en marcha medidas que tiendan a minimizar el impacto del desempleo sobre la economía en su conjunto. Una falta de acuerdo que habla de la profunda disgregación que se vive en la sociedad y del largo camino que a la cúpula política le queda por transitar a fin de volver a consolidar al país como “competitivo” dentro del marco mundial.
En términos de inversiones extranjeras, existen capitales que siguen apostando por nuestro país para establecerse y lanzar nuevos proyectos, aunque ciertamente hemos perdido muchas de nuestras ventajas acumuladas en el pasado.
Si bien es cierto que es el sector tecnológico el que mejores cifras de crecimiento presenta, no es un tema baladí el auge de las compras online y los negocios por Internet que está experimentando el mercado de habla hispana.
Tomemos como ejemplo el caso de Keiretsu Forum (Asociación o Club Internacional de Inversores Privados), en España desde 2008 y con cifras máximas de facturación alcanzadas a finales del ejercicio precedente, sus miembros han realizado en España, inversiones de más de 1,5 millones de euros en siete nuevos proyectos en 2010, una cifra para la esperanza si la complementamos con los 300 millones de euros que dos de las empresas integrantes han invertido en nuestro país, concretamente en Cataluña, durante los primeros tres meses de 2011.
Más de 100 inversores, formación, proyectos y actividades permanentes entre emprendedores e inversores, que consolidan a éste, como uno de los principales grupos de inversores que apuestan por España y los emprendedores españoles para confiar su capital.
Durante el ejercicio 2011 se ha dado por inaugurada la sede en Madrid, que incorpora a AMEITC asociación de empresas tecnológicas y concede un auge especial a la formación online.
Dentro de los proyectos previstos para la segunda mitad de 2011, Keiretsu Forum celebrará seis foros de inversión en Barcelona y tres en Madrid, con lo que pretende presentar a sus inversores los más de 50 nuevos proyectos de innovación y formación que la marca pone a disposición de los inversores interesados.
Buenas noticias para las firmas e inversores tecnológicos, datos que alimentan los proyectos y expectativas y abren la puerta para la puesta en marcha de nuevos negocios.
Datos que chocan frontalmente con la reducción de las inversiones públicas en I+D+i llevadas a cabo como parte de la reducción de presupuestos necesaria para lograr el cumplimiento de los criterios de convergencia y que, invitan a la reflexión sobre la eficiencia que, procedente de las uniones de necesidades e intereses, llevan al sector tecnológico a consolidarse como uno de los mejores en términos de proyecciones y expectativas de futuro.
España ha perdido competitividad si, pero en un mundo global en el que la Web 2.0 alberga a proyectos y marcas innovadoras comprometidas con su mercado, hacen del nuestro, un país atractivo para los inversores interesados en la implantación de marcas tecnológicas que operen a nivel global en el mercado de habla hispana.