Con la llegada de las distintas formas de comunicación que existen hoy en día, parece que cada vez se apuesta menos por el email.
El que hace unos años fuera el vehículo que conectaba a las compañías con stakeholders, público y medios no ha terminado de saber sacarse partido con las innovaciones y nuevas plataformas que hoy en día están más que extendidas.
Sin embargo, hablar de su obsolescencia cuando está más de moda que nunca a raiz de los sistemas y estrategias de marketing automation, es ser demasiado arriesgado. Hay que contar con algo que, hasta ahora, no se había mostrado abiertamente como tabla de salvación para el email: el smartphone.
Desde que se empezaran a hacer estudios de uso de dispositivos, se ha visto cómo una de las formas más habituales de conexión es a través de los smartphones y tablets, dejando el ordenador como un instrumento de trabajo al uso. ¿Por qué? Porque antes se hacían todas las búsquedas desde los portátiles u ordenadores de sobremesa mientras que ahora, en nuestro tiempo libre, nos valemos de nuestros dispositivos para también buscar todo lo relacionado con nuestros intereses.
Las aplicaciones de viajes, las de marcas de moda, las de apuestas como deportescodigobonus.com o incluso las landings de los anuncios que vemos en redes sociales son sólo algunas de las búsquedas o navegación que podemos hacer a cualquier hora y desde cualquier rincón con cobertura.
Pero también es verdad que suele ser el momento en el que también comprobamos algunos de los correos que, por la vorágine de la rutina, no hemos podido revisar a conciencia en el momento de su recepción. Y ahí está la tabla de salvamento del email, en volver a rediseñar una estrategia que permita que vuelva a conquistar como medio de comunicación entre personas.
La llegada de aplicaciones de mensajería gratuita han hecho que muchos ya se hayan pasado a esas plataformas para comunicarse con sus allegados. Sin embargo, la fiabilidad y posibilidades de un correo siguen estando patentes a la hora, por ejemplo, de gestionar documentación.
Quizá ese es el campo en el que haya que volver a apostar. En darle un nuevo sentido a las cadenas de correos (listas de email) que antes servían para comunicarse y que, hoy, se han quedado en el marco casi de lo laboral.
Con una estudiada estrategia de contenido, el email va a seguir estando presente en nuestras vidas y, por supuesto, en nuestros smartphones y tablets. Los diseños interactivos que empezaremos a ver desarrollarse durante los próximos años volverán a cambiar la forma de entender los emails.