Sí, el ecommerce ya es consciente cuando llegan fechas señaladas como cumpleaños, aniversarios, santos o los valorados “porque sí”, y cada vez es más complicado saber qué regalar para los usuarios.
¿Por qué? Porque hoy en día se tiene prácticamente todo lo que se quiere. Vivimos en una sociedad en la que los costes de ciertos productos, antes prohibitivos, se han hecho asequibles gracias a la gran oferta digital. Quitadas las fronteras gracias al ecommerce, un mismo producto puede comprarse tanto en la tienda de la esquina como en Estados Unidos, China, India o Reino Unido solo a golpe de clic.
La bien llamada sociedad de consumo tiene todo lo que quiere en un dispositivo que sitúa en su mano. Ya sean cualquier tipo de gadgets – como los de esta página web – o cualquier producto de tecnología. Comprar nunca antes fue tan sencillo.
Otro punto importante a considerar en toda esta revolución de las compras por Internet ha sido el desarrollo de pasarelas seguras de pago, que han facilitado las transacciones internacionales al aportar seguridad a todas las partes implicadas. Esto ha hecho que muchos usuarios se hayan lanzado también al escaparate infinito de Internet para buscar los productos que desean.
Pero volviendo al origen, ha habido un detalle que ha hecho que cualquier producto sume enteros: la personalización.
Y es que resulta casi paradójico que vivamos en una especie de “aldea global”, donde por un lado, el trato se torna cada vez más impersonal, y por otro lado, está claro que para tener éxito en el entorno del ecommerce, necesitamos de una estrategia centrada en la personalización de los productos y los servicios. En resumidas cuentas es generar productos locales para un mundo global.
Con ello, con colores, nombres o incluso con packs eligiendo en detalle cada uno de los productos han ido incrementándose las ventas para fechas como el día del Padre o de la Madre.
Si esto lo trasladamos al marketing, la última tendencia pasa por el contacto “human to human”, dejando de lado los mensajes dirigidos al gran público y haciendo un marketing casi a la carta del consumidor final.
Las posibilidades de segmentación y las herramientas para conocer a fondo los gustos de los consumidores que se acercan a una landing page hacen posible que hoy en día cualquier marca pueda ofrecer exactamente lo que podría ser del interés del consumidor final.
En sectores tan específicos como el turismo, ya es una tendencia la personalización de paquetes vacacionales. Los viajes para familias, para singles, para el colectivo lgtb, etc llevan tiempo aportando millones de euros de ingresos a quienes han especializado sus servicios para cubrir la demanda de ciertos colectivos.
En definitiva, cada vez queremos diferenciarnos más del competidor tanto en el producto como en el servicio. Y en el caso del comprador y receptor del regalo quieren también conseguir algo que sea único y pensado de forma personalizada para él.