Las ventajas de la conectividad, globalización de información y digitalización están claras.
Desde luego, desde que la tecnología se puso al servicio de la automatización, del almacenamiento en la nube, de la IA y del big data, las facilidades de trabajar en movimiento, en remoto o con equipos deslocalizados ha sido un gran adelanto para la productividad.
Sin embargo, todo avance conlleva su riesgo y, en este caso, lo que en realidad está en riesgo es algo mucho más etéreo e intangible de lo que se piensa: la identidad digital.
¿Cuánto puede costar en la Deep web una contraseña? Una pregunta que a priori podría ser inocente está causando un gran revuelo a la vista de las brechas de seguridad de plataformas como Facebook o incluso Google.
Realmente, para quienes conocen bien cómo funciona este entorno, el riesgo de abrir una cuenta, la banca digital o incluso los perfiles digitales no debería ser alto pese a que se pagan hasta 80 dólares por un historial clínico según publicó el otro día el CCN-CERT español.
Ciberataques: mucho más habituales y creativos de lo que parece
Mucho se habló de la brecha de seguridad en ciertos hospitales que vieron comprometidos sus sistemas informáticos y tuvieron, según se ha podido intuir, que pagar por conseguir de nuevo el control de los mismos, controlando así de nuevo los historiales de sus pacientes.
Los entornos móviles y cloud llevan tiempo siendo vulnerables si no se extreman las precauciones y se cifran los contenidos. Algo que han ido aprendiendo las empresas poco a poco cuando han ido sufriendo sustos y ciberataques desde hace apenas un lustro.
Si hay un reto para la Deep web y también para los delincuentes digitales, son las wallet. Las criptodivisas se están extendiendo como la pólvora entre los usuarios. Antes parecía que quedarían relegadas a tan solo algunos expertos en tecnología, sin embargo, cada vez son más las plataformas que acercan esta economía digital y monedas virtuales a la sociedad general. Será este uno de los grandes reclamos, como se ha visto en las últimas semanas, para poner a prueba la destreza de los hackers.
Tanto es así que se cifra en más de 100.000 millones de dólares los fraudes y hackeos en criptodivisas en los últimos años según fuentes como Kaspersky, una empresa especializada en ciberseguridad.
¿Cómo? Realmente mediante las técnicas más conocidas en las que aún se sigue cayendo: phishing, malware, randsonware, spam… nada nuevo, o sí, en el mundo digital que hará que las empresas, cada vez más, necesiten profesionales especializados en la ciberseguridad y en garantizar redes lo más seguras posibles.
Y, como particular o persona física, seguir lo básico: cuanta menos información personal en la red volcada, mejor.