Darse a conocer. Una vez abras la puerta de tu negocio local, es importante darte a conocer en el barrio, que entren, que te conozcan, que sepan a qué te dedicas, qué les vas a ofrecer y por qué es necesario que también apuesten por ti. Ese es el primer pensamiento de cualquier empresa de nueva creación ubicada en un barrio, pero también lo que tiene en mente quien se lanza a la creación de una startup.
¿Por qué comparamos una startup con un nuevo comercio en el barrio? Porque, pese a todas las diferencias que les separan, se parecen. Se trata de poner en marcha una iniciativa y atraer cliente a nuestro establecimiento, ya sea online u offline, ya sea a través de internet o conseguir que entren por la puerta de nuestra tienda.
La meta es la misma y, por tanto, el enfoque a la hora de hacer publicidad, el mismo: darse a conocer al menor coste posible y muchas veces entra en juego el marketing de guerrilla.
Sin embargo, entenderás que existan diferencias entre el planteamiento publicitario de una startup tecnológica, que basará su estrategia mayoritariamente en el ámbito online, frente a una pequeña tienda de barrio que se centrará mucho más en las promociones offline, por ejemplo, en imprimir flyers y distribuirlos en zonas frecuentadas por su público objetivo.
Paremos de nuevo un momento. ¿Realmente limitar las campañas a un blanco o negro, online u offline es lo que de verdad funciona?
Lo cierto es que, según se han podido comprobar en los distintos estudios que hablan del impacto de la publicidad, funciona mucho mejor la mezcla de ambas que una sola. Pese a que el entorno de la startup será la red, los usuarios que utilizarán y comprarán sus productos o servicios, son los que están en todas partes, en la calle, en el bar, en el metro, en el médico. Exactamente igual que en el caso de la tienda de barrio. El usuario o potencial cliente, con sus diferencias, sigue siendo el mismo.
¿Por qué buscarle entonces por escenarios diferentes si podemos conjugar ambos? Obviamente, si duplicamos esfuerzos y creamos dos campañas paralelas o, incluso enlazadas online y offline el éxito y el retorno final serán mucho mayores tendrán muchas más posibilidades. En este caso se cumple el 1+1=3.
Pongamos un ejemplo, imagina hacer un estudio de dónde se encuentra tu público objetivo y dirigirte allí para entregar, en mano o mediante otras técnicas, material gráfico (Flyers, tarjetas, folletos, tripticos, etc). A eso, súmale distintos carteles por la zona que elijas o incluso un photocall ahora que tanto se llevan. En esos papeles, carteles o photocall, podrías incluir un hashtag, una promoción para quien llegue a tu lado digital, a través de tu página web, app… donde realmente sí podrás analizar y medir la repercusión, donde podrían encontrar una promo con un código que te haría saber realmente el retorno que está teniendo el esfuerzo posteriormente en tu establecimiento o local… etc.
Además, ten en cuenta que hoy en día no sólo se accede a través de los ordenadores, con lo que podrías adaptar incluso un código QR que les fuera sencillo de escanear a través de smartphones o tablets y que les llevara exactamente a lo que más te interesa que conozcan de la marca, ese pequeño matiz que diferencia la compañía del resto, que la hace único y con la que podrían sentirse identificados como para fidelizarse a esa nueva empresa.
Como ves, no es tan disparatado rescatar la base publicitaria offline para sentar la base de la online. Conjugar ambas, dependiendo del momento, puede ser un claro acierto, uno, que marque la diferencia.