2020, el momento de volver protagonista a la economía de datos

 El Blog de Germán PiñeiroDurante muchos años se ha estado hablando de la necesidad de conseguir los datos de los usuarios, a través de sus informaciones ofrecidas vía cuestionarios o bien bases de datos existentes para poder ofrecer un marketing casi a la carta para cada persona.

La verdadera naturaleza del mercado actual hace imprescindible que las marcas, gracias a la forma de gestión del big data, sea capaz de interpretar todos los datos que, durante años, se han estado recopilando. El codigo bono inkabet ofrece varias ventajas para aquellos interesados en plantear sus apuestas.

Este año, sin duda, gracias a las nuevas tecnologías basadas en la inteligencia artificial y en la gestión globan de la información corporativa, será el año de la economía de datos.

El uso de toda la información para poder crear nuevos productos que respondan directamente a las necesidades reales o creadas del gran público es el gran reto que se presenta en este nuevo comienzo de década.

La búsqueda de oportunidad y escenario del futuro consumidor es lo que hace que existan en distintas webs opciones para mejorar la experiencia del usuario.

Sin embargo, a nivel empresarial son varios los puntos que avanzan que la economía de datos no solo traerá beneficios sino también que optimizará gastos.

Por un lado, el abaratamiento del mundo online con respecto a los recursos que se necesitan offline para gestionar todos los datos recopilados de clientes, potenciales consumidores, proveedores, etc. hace que las corporaciones apuesten por buscar la forma de codificar y llegar a los usuarios a través de las redes sociales.

Algo que, para usuarios es, aparentemente gratuito (compartir información, cliquear en una web, aportar datos personales para conseguir información, participación en concursos, etc), en realidad lo que acaban aportando son datos.

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Datos de audiencia y comportamientos que, reportados en global, se convierten en un gran tesoro para las empresas, quienes gracias a su interpretación comercializan novedades que buscan responder a la demanda.

La forma en la que los espacios quedan luego comercializados online es lo que aporta, de verdad valor económico a dichos datos, gracias al impacto que puede reportar en las audiciencas a las que llega que, cada vez, son mejor segmentadas en los espacios online como redes sociales.

La gran apuesta debe venir de la mano de los datos, que los equipos de marketing y comunicación corporativa deben poner en el centro para tejer, desde ese eje, toda una nueva estrategia que optimice costes, responda a la demanda del los usuarios y llegue, directamente a facilitar la toma de decisiones y de la gestión estratégica.

Es hora de apostar por dar un paso adelante y hablar de forma abierta acerca del verdadero valor de las bases de datos, de los datos recopilados en redes y de la forma de generar con ello valor social a través de empleo, desarrollo e investigación.

Este nuevo paradigma es apasionante si se dirige dentro del mundo del marketing como estrategia diferencial dentro de la compañía. Si antes la información era poder, ahora la interpretación de la misma marcará la diferencia.