Un video llamativo, una foto divertida y un texto atractivo son algunas de las herramientas para atraer la atención en las redes sociales y, en caso ideal, llegar a la mayor cantidad de gente posible. Tanto empresas como los más diversos grupos de interés encontraron en ellas un valioso instrumento de marketing para alcanzar sus objetivos.
Sin embargo, hoy en día es necesario bastante más que solo saber un poco de Facebook, Instagram o Youtube. Hacen falta estrategias inteligentes, conocer las tendencias digitales, apostar a largo plazo y encontrar el registro adecuado para cada uno de los canales.
«Para hacerlo realmente bien hace falta un administrador de redes sociales», afirma Tanja Laub, presidenta de la Asociación Community Management (BVCM) de Alemania.
Un buen administrador o gestor de redes sociales analiza cuál podría ser el grupo de destino y crea un perfil. ¿Qué plataformas usa ese público? ¿A qué estímulos reacciona?
A este tipo de interrogantes sigue un plan de comunicación y acción para generar posteos regulares y campañas delimitadas en el tiempo. Para ello, los también llamados Social Media Manager recurren asimismo a la producción de videos, imágenes y textos.
«Muchas veces, el administrador de redes sociales comparte las tareas de un community manager», subraya Tanja Laub. Esto significa que los administradores mantienen diálogos con los usuarios y promueven esta interacción.
Dependiendo del tamaño de la organización, los expertos en redes sociales se coordinan con otros sectores. En esto desempeñan un papel clave las nuevas ideas y los temas que plantean los usuarios.
«En realidad, trabajo junto a todos los sectores clave», explica Thilo Stracke, gestor de redes sociales de Berliner Verkehrsbetriebe (BVG), la principal empresa de transporte público de la capital alemana, Berlín.
Según cuenta, en primer lugar trabaja junto a la sección de marketing, seguida del departamento de prensa. A estos se suman el sector de comunicación de la empresa, así como el de información sobre los pasajeros.
«Antes, las redes eran algo que hacía el departamento de marketing«, afirma Rita Löschke, gerente de la Leipzig School of Media en la ciudad del este alemán. Según dice, esto cambió drásticamente y, hoy en día, las empresas invierten mucho dinero en la imagen y presencia profesional en sus canales. Por eso mismo, explica, hay una gran demanda de administradores de redes sociales.
Hasta ahora, no hay una formación específica para esta profesión. Si bien algunas universidades ofrecen materias como «comunicación online» o «social media systems», según Löschke, la mayoría de los administradores de redes sociales estudiaron previamente ciencias de la comuninicación o marketing.
Quienes pueden presentar una cualificación adicional, como un certificado de alguna escuela o universidad a distancia o de instituciones locales que enseñan el manejo de redes, cuentan con cierta ventaja. Las ofertas de estudio son de lo más disímiles en cuanto a los temas que abordan, su precio y su duración.
En el caso del portavoz de prensa alemán Steven Müller-Uhrig, fue su empleador el que le sugirió hacer un curso en redes sociales. El distrito de Burgenlandkreis en el estado federado de Sajonia-Anhalt, para el que trabaja, usa las redes sociales tanto para comunicar distintos tipos de información como también para mejorar su imagen.
«Desde el punto de vista legal nos sentimos ahora más seguros como equipo de prensa, por ejemplo en cuestiones de protección de datos, así como de derechos de autor e imagen», cuenta Müller-Uhrig.
Por el contrario, Madleen Gafert ya tenía experiencia en redes sociales desde antes. Como estudiante de la Leipzig School of Media, escribe actualmente su trabajo de grado para Ciencias de la Comunicación y Medios con orientación en Psicología. Gracias al curso que hizo, pudo ampliar sus conocimientos previos.
«Lo que no conocía era todo el tema del presupuesto: cómo se calcula y cómo abordar el tema estructuralmente, cómo planificar y organizar las campañas de redes sociales», afirma.
«Es importante estudiar bien los lugares que ofrecen la formación y quiénes son los docentes a cargo de los cursos», recomienda Tanja Laub de la BVCM. En su opinión, un criterio decisivo debería ser la experiencia que tienen.
Además, los interesados deberían verificar los contenidos de los cursos, es decir, comprobar si, por ejemplo, incluyen también redes más nuevas como TikTok. Si se quieren conocer más detalles, lo mejor es hablar directamente con la institución que ofrece el curso o con ex participantes del mismo.
En última instancia, la selección de un curso dependerá de los objetivos que se tienen. «Hay una gran diferencia entre manejar las redes de una pequeña empresa local o las de una empresa mundial que tiene presencia en distintos países e idiomas», advierte Laub.
Fuente: dpa