Son en estas fechas de verano, en las que muchas empresas comienzan a reunir equipos de trabajo con el objetivo de desarrollar sus planes de marketing para el siguiente período. Estas son fechas en las que generalmente la actividad empresarial se reduce, los teléfono suenan menos de lo habitual y los directivos y planificadores pueden concentrarse en el trabajo estrategico que implica el desarrollo de un nuevo plan de marketing.
¿Como saber que estamos haciendo correctamente nuestro trabajo? Obviamente, todas las fases de desarrollo de un plan de marketing son importantes, pero si me obligaran a destacar una o dos como las más importante diría que son las primeras. Si no se parte de una buena descripción de la situación y un buen posterior análisis de la misma…. mal podemos fijar a posteriori unos objetivos, definir unas estrategias y unos programas coherentes a la realidad.
Siempre es recomendable incorporar a «algun externo de confianza» que aporte una visión desde fuera, ya que enriquecerá enormemente el plan y nos hará ver cosas que desde dentro nuestra miopía empresarial no nos permite.
Una vez realizado el borrador del plan, es recomendable reflexionar sobre estas preguntas para identificar si nuestro plan de marketing es realista y servirá como herramienta de trabajo para el siguiente período.
Ahí van pues las preguntas:
¿Ubica mejor la situación del mercado y del mercado objetivo?
¿Identifica la situación de las oportunidades del mercado?
¿Se toman en cuenta los puntos fuertes y débiles de la empresa?
¿Precisa quiénes son y qué hacen los competidores principales?
¿Se identifica y aprovecha correctamente la ventaja competitiva?
¿Del plan se derivan los negocios y productos que debemos asimilar, mantener, desarrollar y/o abandonar?
¿El plan está coordinado con los niveles superiores?
¿Ayuda a aclarar la dirección estratégica de las diferentes unidades estrategias de negocio?
¿Ofrece planteamientos sobre el rumbo actual y futuro del negocio?
¿Es consistente con los implicados en el mismo?
¿Identifica los puntos clave para el éxito?
¿Es coherente el plan en todos sus elementos?
¿Están coordinadas todas las partes de la empresa en función del plan?
¿Los ejecutores principales del plan han participado en su desarrollo?
¿No existen dudas de que el plan es realista y se puede poner en práctica inmediata?
¿Los beneficios son superiores a los costes?
¿Especifica los objetivos y resultados que se obtendrán?
¿Cualifica y cuantifica los objetivos?
¿Existe pronóstico de a donde podría conducir el cumplimiento del plan?
¿Se prevén, evalúan y se toman medidas ante situaciones o coyunturas no esperadas?
¿Aclara estrategias y define recursos que permitirán cumplir los objetivos?
¿Nominaliza qué hacer, cuándo y quiénes lo harán?
¿Señala tácticas para que sea un plan dinámico y de uso para las decisiones?
¿Considera alternativas ante contingencias pensadas de antemano?
¿Prevé como controlarlo y ajustarlo si es necesario a cada período?
Si encuentra como respuesta algún NO, ya sabe cuales son los aspectos de su plan que deben de revisar antes de ponerlo en practica.
Reflexionar antes, mientras y después de realizar el plan, nos ayudará a enriquecerlo. Aceptar las críticas de una manera constructiva…. también.
Hay que pensar que todo el tiempo y demás recursos que dedicamos en la organización a desarrollar un buen plan de marketing es la mejor inversión que podríamos realizar. De un buen plan de marketing depende el presente y el futuro de las organizaciones ya que permite anticiparse a los movimientos del mercado y resolverlos favorablemente hacia los intereses de la empresa.