Después de numerosas críticas realizadas a políticos por la gestión de su perfiles sociales, se ha puesto sobre la mesa la escasa atención que los cargos políticos ponen en sus perfiles sociales fuera de la época electoral.
La llamada web 2.0 es actualmente la mayor creadora de opinión, por delante de los medios de comunicación escritos e incluso de la omnipresente TV. Sin embargo, parece ser que los políticos no son conscientes de que el abandono de sus perfiles o la mala gestión de ellos pueden ser un acicate para que su imagen se vea negativa ante los ojos de los internautas.
No nos engañemos, actualmente un importante % de personas entre 18 y 60 años consulta habitualmente su correo electrónico o las noticias en línea, así como la difusión de la información por internet colabora en la creación de esta imagen negativa a través de determinados perfiles sociales.
Pero, ¿Están poniendo medidas los cargos políticos al respecto?
Errores comunes que cometen los políticos en sus perfiles 2.0
- Banalizar la repercusión de los comentarios en sus perfiles sociales: O, lo que es lo mismo, no darles la importancia que requieren en la actualidad. Las redes sociales pueden hacer que una imagen pública se vea seriamente devaluada simplemente con incluir un comentario desacertado de menos de 140 caracteres en Twitter. En esto colabora, además, el carácter viral de estas redes que propaga las citas y que, en un efecto dominó, consiguen extenderse e interpretarse libremente.
- Crear contenidos ambiguos: Si en una rueda de prensa, es posible cometer estos errores aun cuando está completamente planificada, se debe imaginar que en las redes sociales esto se multiplica haciendo de estas cuestiones una verdadera bola de nieve. Los contenidos que se creen en redes sociales deberían estar validados por profesionales del social media y la comunicación online que conozcan la importancia de la reputación online y manejen correctamente las palabras. En un sistema de microblogging como Twitter, cada palabra cuenta.
- Propagar la polémica atacando al oponente político: La web 2.0 está creada por la propia sociedad y crear un clima de controversia directo promueve que se devalúe la reputación online.
- Autobombo: Emplear los perfiles para intentar magnificar su «obra» citando sus propias apariciones en medios de comunicación -las positivas por supuesto-, retwitteando los comentarios en los que se le menciona favorablemente…
Buenas prácticas de la política en los perfiles sociales
Se ha de destacar que la política aun está prefijada de una manera tradicional, cuando realmente los medios de comunicación y los votantes están inmersos en el intercambio online. Tanto en el sector del marketing y la comunicación, el entorno web es el más prometedor de los medios desde hace ya 15 años. Y si esto es así para empresas y negocios, ¿Por qué no ha de serlo para la clase política? Algunas de las buenas prácticas de un cargo político en las redes sociales pasan por la monitorización de la presencia online o por la escucha activa de las propuestas de los propios votantes.
De hecho, un buen perfil político debería caracterizarse por un respeto, tanto de los votantes propios como de los votantes de la oposición, que se centra en la diplomacia. También la escucha sería uno de los bastiones puesto que más que intervenir para atacar u obviar, se deberían utilizar en este marco para informar. La cercanía es una de las cuestiones más controvertidas ya que la mala reputación de la clase política en general hace difícil que esto sea sencillo, aunque no por ello imposible.
Que el cargo político demuestre una verdadera transparencia puede cambiar enormemente la imagen del mismo, aunque para eso en muchas ocasiones signifique que la propia persona debería cambiar desde sus principios morales más básicos, y eso ya sabemos todos que no es tarea fácil.